Está claro que este año 2020 lo recordaremos como un agujero negro y enorme en nuestras vidas, porque lo cierto es que la mayoría de nosotros no hemos vivido nada igual.
La COVID-19 o la enfermedad del coronavirus llegó y no tiene intención de marcharse en mucho tiempo y mucho menos antes de que los científicos encuentren la vacuna que nos haga menos vulnerables ante ese virus. En nuestro país han muerto miles de personas, millones han perdido sus trabajos y, en consecuencia, sus ingresos. Es una realidad que la economía está sufriendo un enorme colapso. Todos estamos siendo afectados en mayor o menor medida y no cabe duda de que necesitamos hacer piña como comunidad para salir adelante antes y en mejores condiciones.
Debido al estado de alarma decretado por el Gobierno para proteger a las personas físicamente más vulnerables a la enfermedad, hemos debido permanecer en nuestras casa, prácticamente sin salir y hemos sido testigos de cómo nos ha afectado ese confinamiento. Por un lado, porque somos seres sociales y requerimos la interacción con otras personas para nuestra salud mental. Por otro lado, porque los humanos somos seres vivos que necesitan sentir el contacto con la naturaleza y con los elementos. ¡Necesitamos salir al aire libre para respirar!
Los investigadores han hecho estudios durante estos últimos tres meses y han concluido que, además de los efectos físicos producidos al estar encerrados entre cuatro paredes, muchas personas han sufrido un desgaste emocional muy fuerte que les ha llevado a una depresión o a estar en estado de shock. Se recomienda acudir a un especialista en salud mental que nos ayude a gestionar las emociones contenidas durante este confinamiento, porque estos profesionales sanitarios no existen para los «locos», sino para todos esos trastornos de nuestro equilibrio mental que pueden haber sido producidos por situaciones como las que ha provocado el COVID-19. Así pues, no dudes en pedir ayuda a estos profesionales. Para eso están.
Además de recurrir a los médicos especialistas, la naturaleza nos ofrece también una gran terapia, natural y gratuita. Salir a pasear y estar al aire libre es imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra mente. La luz del sol y los minerales que nos proporciona la cercanía con el mar son una medicina que debemos aprovechar, al igual que caminar bajo el abrigo de los árboles de un bosque, sentir que pisamos tierra y respiramos aire limpio y fresco.
Ahora que estamos desescalando del estado de alarma, aprovecha y sal a respirar. No obstante, sé precavido y respeta las normas para evitar el contagio de la COVID-19 o propagarla. Si no puedes mantener la distancia de dos metros, usa mascarilla. Pasea o haz ejercicio fuera, mejor en las primeras horas del día o en las últimas, evitando los momentos de más calor y las multitudes. Ve a la playa y sumérgete en el océano o sal a caminar por el monte. ¡O en un parque! Llénate de naturaleza. Cuídate mucho y cuida a los demás. De cada uno de nosotros depende que salgamos antes y mejor de esta crisis sanitaria.
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